Enero fue el mes de nuestros santos misioneros Arnoldo Janssen y José Freinademetz por
Marianela Cantatore.
El 15 de enero conmemoramos el fallecimiento de San Arnoldo, fundador de la Congregación Misioneros Servidores del Verbo Divino y también, de la Congregación de
las Hermanas Siervas del Espíritu Santo y la de las Siervas del Espíritu Santo de la Adoración Perpetua.
Desde sus comienzos trabajó por hacer más por las misiones y lo hizo a través de su revista mensual «El Pequeño Mensajero del Corazón de Jesús».
Él decía: «cuánto más misioneros se dejen guiar por el Espíritu Santo, más El bendecirá su trabajo».
Con el tiempo envió a los dos primeros misioneros de la Congregación a China. Uno de ellos fue San José Freinademetz, todo un ejemplo misionero que un día 29 de
enero falleció en China, “su lugar en el mundo”. José supo hacerse chino entre los chinos, aprendiendo y compartiendo con ellos, siendo uno más porque comprendió y
vivió que «el idioma que todos entienden es el amor».
Bajo la protección de estos dos santos, recemos por todos los misioneros consagrados, laicos y sacerdotes que difunden el Evangelio y en especial, por los grupos
misioneros que, durante el verano, realizan misiones en nuestro país, nuestro continente y “ad gentes”.